Arrancamos a inspirarnos, a enamorarnos de Villeta, a saber que está muy cerca, que la dulzura está en sus calles, que la música departamental retumba en toda la región, que la belleza y la dulzura se unen y se premian, que la oferta gastronómica es de las más llamativas, y que decir verde es una realidad, así, ¿cómo no enamorarnos de éste lugar? pero y… para qué enamorarse de Villeta, para hacer de Palmanova un proyecto con propósito.