Ésta es una historia que empezó en las manos de un abuelo artesano, a través de ellas, sus manos, quería llevar alegría, satisfacción, deleite y mucho amor al mundo, a su mundo, algo, que logró durante mucho tiempo en la comunidad y en nosotros, las personas que decidimos darle continuidad a ese gran acto.
Porque sabemos que el amor es un motor que nos hace madrugar y trasnochar, que nos hace llorar y morir de carcajadas, un sentimiento que nos infla el corazón y que también nos lo rompe, una vibración que da mariposas en el estómago y cosquillas en el pecho, pero qué mejor que sentir, sentir tanto, sentir dulce, sentir bonito y más si es un sentir que viene en forma de paleta de trozos de queso mezclado con bocadillo.